jueves, 12 de junio de 2014

ERA POST-M500.





Tras la aséptica crónica de la M-500 llevada a cabo en el blog bastardo de este que nos ocupa, toca la personal.

Y la verdad es que no puedo estar más contento. 
En el plano deportivo, que era el que más me preocupaba por la falta de kms. y el estado de cuello y espalda, superado con creces y yendo incluso a más.

Momentos malos claves, dos.

Primer día saliendo de Fuentidueña y coincidiendo con unos repechos de consideración en los que no me da tiempo a tensar/destensar el cambio, toca echar pie a tierra.
Y claro en ese momento me doy cuenta del cansancio que llevo encima y todo lo que me queda.
Fantasmas a la cabeza. Que si no llevo kms., que si voy a sufrir demasiado, que dónde vas con el último mes que te has pegado, etc....

Más adelante y para más inri, amagos de calambres en los cuádriceps en varios repechos...... Mal.
Deseando llegar al próximo pueblo dónde poder echarme una Coca a la boca y mientras tanto echo mano al dulce que llevo a mano y las sales con el fín de minimizar daños, algo que finalmente consigo.

De hecho al final de la primera etapa me encontré exultante. Cosas del ultrafondo. Mueres y revives en unas horas.

Segundo momento down, subida a Cotos.
Ya saliendo de las Presillas noto que no voy fino. Al empezar a subir, en una trialera sin demasiada dificultad tengo que echar pie al suelo al fallar el que llevo delante, y por poco me estampo contra una roca. Ciego no, lo siguiente.
Eso nada más empezar.... Menos mal que el sendero luego se ponía divertido y fuí entrando en calor mientras lo pasaba bien y regulaba el ritmo.

Eso sí, la zona de las trialeras fue de puro coco. Ganas de bajarme y mandarlo todo a tomar por culo desde el principio.
Agachar la cabeza y sufrir hasta arriba fue todo uno.

Por lo demás me encontré bastante bien y con ganas, disfrutando del trayecto y, sobre todo, de las bajadas.

En el plano mental la constatación de que me han vuelto las ganas de sufrir y no tirar la toalla, algo que desde hace un par de años no tenía.

Tras el percance de Aranjuez, dónde me veo fuera por un instante, rápido reseteo y ganas de continuar aunque no sea en las mejores condiciones.
El palo nuevamente al comprobar el radio roto y constatar que tendré que ir con mucho cuidado si quiero terminar el primer día no ayuda en absoluto.

Pese a que las últimas semanas no las tenía todas conmigo e incluso me apetecía mucho más correr que montar, la cabeza estuvo en su sitio y solventamos el problema de la mejor manera posible.
Bien es cierto que la bici no tiene nada que ver con el correr, por no hablar de la diferencia entre ir acompañado ó solo, pero siempre es buena señal tener ganas de pelear.

Ahora mientras lamemos heridas toca recuperar bien y del todo el cuello, principalmente.
Para ello, running time ó trailrunning time.
A ver si en esta ocasión es la definitiva, porque desde Sevilla y pese a haber subido en dos ó tres ocasiones con intención de continuidad, finalmente no ha podido ser.

Hasta julio no nos pondremos en serio a ver si para finales del mismo estamos en condiciones de llevar a cabo algo que lleva tiempo rondando la cabeza y que por unos motivos u otros aún no hemos podido completar.

Por supuesto todo esto sin dorsal.
En caso de colgarme uno sería para el otoño y siempre dependiendo de cómo me vaya encontrando.
Lo mejor es que hay ganas, lo cual suele ser buen síntoma.

Mientras tanto, recovery time!.


Saludos.

DavidP.

2 comentarios:

  1. Donde esta la crónica de la M-500 completa?

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  2. La tienes colgada, en 3 partes, en www.grupetasierrasur.blogspot.com.

    Saludos.

    DavidP.

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