miércoles, 18 de julio de 2012

BANDOLEANDO POR LA SIERRA.





Con la mente puesta en primeros de agosto y el más que probable viaje a Picos de Europa para intentar el, ya famoso, Anillo del Vindio, faltaba hacer otro entreno decente tanto en volumen como horas fundamentalmente para ver cómo me encontraba después de las 7 horas del Ultra Bandolero.

En estas nos plantamos a primera hora de la mañana de un sábado cualquiera en el archiconocido pueblo serrano de Cercedilla con la intención de hacer el recorrido del MAM y/o parte del 3 Refugios.

La intención era hacer un entreno que rondara las 10 horas... Quizás algo ambicioso por mi parte, pero teniendo en cuenta las buenas sensaciones que tuve con los bandoleros haciendo algo más de 7 horas, tampoco parecía algo tan descabellado.

Claro está, un entreno de 7 horas ya es más que respetable y aumentar otras 3 horas más no es moco de pavo.

A todo esto añadir que los Sres. Ortega y González, bandoleros de pro, me esperarían en el primer paso por el puerto de Cotos con la intención de acompañarme en el tramo central y darse la vuelta al paso por Bola.
Sobra decir que la compañía hizo muchísimo más llevadero el entreno serrano.

La primera parte hasta el puerto de Navacerrada es bastante corrible y llevadera. El único pero, hacía 3 años que no pisaba por allí.
En concreto desde que corrí el MAM.
Por muy buena memoria que tenga uno y pese a que le aconsejen (en este caso el Sr. Mayayo...) más que bien, es inevitable perderse. Como así fué.

Pese a ello y con tranquilidad, que quedaba mucha mañana, dimos con el camino correcto y en poco más de una hora estábamos en el puerto con una niebla y un fresquete más que veraniego para las horas que eran.

Subida a Bola por el telesilla y las piernas confirman lo que se temía su dueño. No iba a ser nuestro día.
Para colmo y como casi siempre en estas situaciones, la rodilla derecha empieza a quejarse del ligamento de marras.
Momento de resetear. De 10 horas, nada de nada. Si completo el recorrido del MAM, bien estaría...

Corono Bola en medio de la niebla y el despiste hasta dar con el camino correcto para bajar por la Loma del Noruego y encontrarme con un puerto de Cotos más agradable que el anterior.

Llego algo adelantado al horario previsto y me dedico a abrigarme bien, comer y beber ya que pese al viento y la niebla hace bastante bochorno y he sudado bastante.

Llegada de la "Caballería", recarga de las pilas y a buscar la cima de Peñalara.
Estos dos vienen con ganas y fuerzas, justo lo que me falta a mí. Para colmo el Sr. Ortega tenía ganas de darse un calentón de los buenos... Total, que tiran para delante mientras yo busco mi ritmo.

Hacemos cima. Fotos de rigor, en este caso y más que nunca, bandoleras,  y hacia la cresta de Claveles.
Posiblemente una de las mejores zonas de toda la Comunidad de Madrid en lo que a terreno técnico se refiere. Qué gozada!!!. Demasiado corta, quizás....
Como suele pasarme cuándo vengo por aquí, me empiezo a encontrar mejor y con más ganas.






Bajamos hacia la Laguna de los Pájaros y a buscar de nuevo Cotos por la zona más corrible. A estas horas el sol ya pegaba de lo lindo.
Nuevo avituallamiento líquido en la fuente y a por los Tubos de Cabezas.

Aquí fué dónde me entró la risa.... Tal y cómo me temía y pese a beber con regularidad, empezaron los problemas "eléctricos".
Primero en la subida, que se me hizo eterna y en la cual agradecí ENORMEMENTE los bastones que tanto dudé si llevar ó no, y posteriormente en el cresteo por la Cuerda Larga.
Afortunada o desafortunadamente, uno ya es experto en estas lides y sabe que todo pasa.
Bajada de ritmo, comer, beber y a seguir....



Me despido de mis dos acompañantes que me ofrecen de todo para lo que resta de camino.
Agradeciéndolo enormemente, rehuso. En cuanto llegue al puerto de Navacerrada, Coca-Cola y para abajo.
Y así lo hago. Breve descanso para asimilar la Coca y a buscar Cercedilla.

En este último tramo me vuelvo "a encontrar" y lo completo corriendo en su totalidad. De nuevo los bastones juegan un papel fundamental.
No sólo ayudan en las subidas, que lo hacen y mucho, sino que en las bajadas más pronunciadas y especialmente cuándo los cuádriceps ya no aguantan más, sirven de descarga y apoyo.
Eso sí, los brazos y la espalda sí lo notan, pero esa es otra historia.

Finalmente y tras 7 horas exactas de esfuerzo, vuelvo al Polideportivo de Cercedilla.
Casi 50 Kms. y 3000 mts. de desnivel positivo completan un entreno más que interesante.

Muscularmente me encuentro bastante bien, exceptuando las zonas acalambradas, jeje.

Lo mejor. Sin duda la elección de los bastones que hicieron que no llegara tan tocado al final del entreno, el haber sabido cambiar el chip y completar un entreno largo y con desnivel y cómo no, la compañía.

Lo peor. Me encontré fatigado prácticamente desde que empecé, de ahí que se hiciera tan largo el entreno. Cuando encontré compañía, mejor, aunque seguía demasiado cansado. Más ganas que piernas. El tema de los calambres sigue siendo "talón de aquiles".....

Pese a todo una auténtica gozada poder disfrutar de la sierra cómo lo hicimos.
Suerte y privilegio el hacerlo acompañado.
Y las que quedan.....


Fotos cortesía de Ander Ortega. Thanks again, man!!!.


Saludos.

DavidP.





2 comentarios:

  1. jejeje, para encontrarte fatigado no estuvo mal el "paseo" que te pegaste.
    Me hubiera gustado acompañarte, y de hecho estuve tentado de hacerlo, porque el avión que nos llevaría a Lisboa salía a las 13:00h del sábado de Madrid, pero me debía a mi labor de padre y esposo para con mis "criaturas".
    La próxima no me la pierdo.
    Para los calambres, lo mejor, aparte de darte sobas como la que has descrito, sales minerales. Bien en pastillas, tipo 226ers, o los clásicos Recuperation..........pero tu ya sabes...
    Un abrazo bandolero.
    PD:
    Qué ganas de que llegue el dichoso anillo!!

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