lunes, 19 de marzo de 2012
CARRERA DE MONTAÑA DEL ALTO SIL
Tras varios años detrás de ir a correr esta prueba, finalmente ha sido en este 2012 cuándo he decidido tomar parte en ella. Y la verdad es que no defraudó las espectativas que me había creado en torno a ella.
Cartel de campanillas para una carrera que en su 4ª edición ha conseguido juntar a lo más granado de las carreras de montaña a nivel europeo. Y todo ello en un pueblo que apenas supera los 150 habitantes durante todo el año, mientras el fin de semana del 17 al 19 de Marzo contó con algo más de 300 corredores; a estos habría que sumar acompañantes y familias completas, niños inclusive.
Y es que la carrera es una fiesta en sí que comienza con la entrega de dorsales el día anterior a la prueba, el día siguiente con la carrera y posterior paellada y concluyó, en este caso, el lunes 19, día que aprovecharon para prolongar dicha fiesta.
En cuanto a la carrera de verdad no fallaron los favoritos. Tanto Marco di Gasperi como Oihana Kortazar vencieron en sus respectivas categorías.
Este año tuvimos la suerte de que acompañara la meteorología, y nos obsequió con una bonita nevada, sobre todo en zonas altas, además de algo de frío, viento y agua-nieve, condiciones típicas del Bierzo en el mes de marzo. Y eso que los dos años anteriores tuvieron más suerte con el sol, que lució en la práctica totalidad de la prueba.
Por mi parte, acudía con los Sres. González y Jiménez, compañeros bandoleros.
Casi 2 días compartiendo prácticamente de todo con dos tipos como ellos no dejan indiferente a nadie. Un auténtico placer.
La idea, muy sencilla. Disfrutar de la carrera (ellos repetían) y ambiente, así como seguir acumulando kms., esta vez a ritmo de competición.
Y con esas nos plantamos en Santa Cruz del Sil a las 9 de la mañana el día de autos.
Salida como de costumbre, independientemente de los kilómetros que resten; es decir, atorrabo.
Por mi parte lo tengo claro.
Salida tranquila y poco a poco a coger ritmo y sensaciones. Inmediatamente empezamos a subir y como corresponde a la subida, cada cual en su sitio.
La sorpresa viene en la bajada. La gente baja como si la meta estuviera situada al final de dicha bajada, cuando todavía restan unos 25kms.
Siguiente subida, más de lo mismo. Aunque aquí la nieve hacía estragos y las posiciones se mantenían más estables.
A estas alturas parecía que corríamos en el Polo. Preciosas las imágenes al coronar Campona de Páramo. Completamente cubierto de nieve, cielo blanco y una niebla en la que lo único que se podía distinguir era el refugio desde dónde no paraban de jalearnos y animarnos los voluntarios que allí estaban.
Ya he corrido algunas carreras. De todas guardo recuerdos, la mayoría buenísimos y algunos no tanto. Este último, sin duda, pertenece a los primeros.
A partir de aquí empiezo a encontrarme bastante bien y decido aumentar el ritmo.
En la subida que quedaba, tras un ligero paso por el río y un recorrido de unos 4-5 kms. plagado de barro, mierda y agua, ya apareció el sol que nos acompañaría hasta el final de la prueba a la mayoría.
Llegada a meta y ritual de rigor. Reposición líquida y sólida cómo corresponde y a esperar a los bandoleros.
Ambos acabaron sin problema. El único incidente fué para el Sr. Jiménez, que en el cruce del río resbaló golpeándose la rodilla con una roca.
A pesar de ello y tras la ducha de rigor, la paella/s correspondiente y unas generosas dosis de zumo de cebada, todos tan contentos y de vuelta para Madrid.
En definitiva, carrera de mucho nivel, de montaña de verdad y ambiente familiar en un entorno precioso para esta especialidad y que se consolida en el calendario como prueba de referencia y de inicio de temporada.
Destacar ausencias significativas como la de Miguel Heras y Nerea Martínez, ambos favoritos al triunfo (en el caso de Heras, bicampeón de la prueba), que debido a compromisos con el Salmón no pudieron estar presentes.
Larga vida al Alto Sil, así como a sus gentes. Encantado.
Saludos.
DavidP.
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