CLÁSICA SERRANA 2012.

Paralelamente a la II Marcha Cicloturista Alberto Contador celebrada en Pinto, se celebró otra marcha digamos más underground.

Siguiendo con la tónica de acompañamiento a los Sres. Moreno y Rodríguez en su camino hacia el Ironman de Austria a celebrar a principios del próximo mes de julio, el Sr. Murillo y un servidor nos ofrecimos a acompañarles en una de esas tiradas largas que tan bien les vendrán el día D.
Destacar la ausencia del Sr. Rico por diferentes motivos que no vienen al caso. Bien es cierto que el día anterior, junto con el Sr. Rojas y un servidor, nos marcamos un auténtico post-cervecero, con lo cual se perdieron únicamente la "peor" parte.

La idea, muy sencilla.
3 horas de bici con algún puerto y luego pateo-carrera hasta la cima de Peñalara, saliendo y volviendo a Cotos.
Por ello varíamos el lugar de encuentro habitual (Manzanares el Real) y a eso de las 8 de la mañana (?!?!?) estábamos dispuestos a "echar la mañana" por la sierra madrileña.

Temperatura más que fresca y bajada de vértigo por Navacerrada buscando Mataelpino, El Boalo y Manzanares.
Llegando a Mataelpino, sorpresón de los buenos.

Tras casi 2 meses sin vernos (desde Cebreros, más concretamente...) nos adelanta una pick-up inconfundible, la del Sr. Jiménez Rivera, bandolero de pro.
Gritos cabreriles por mi parte y todo tipo de aspavientos hacen que me reconozca y podamos saludarnos brevemente. Los Bandoleros habían quedado en Mataelpino para hacer de las suyas y para allá que iba el buen hombre.
Pese a que en un principio pensé en ir hasta la plaza y saludarles más tranquilamente, el tiempo corría en nuestra contra y quedaba un mundo por delante. Otra vez será.
Eso sí, un gusto volver a verle.

Rápido paso por los pueblos serranos y en un periquete nos encontramos en Miraflores para empezar la subida a Morcuera. Y vaya subidita!!.

A ritmo y teniendo en cuenta lo que queda, vamos comiendo kilómetros.
Por mi parte no me encuentro nada cómodo desde el principio, aunque me empeño en sufrir ese poquito más con la esperanza de entrar en calor más adelante. Ná de ná....

Coincidiendo con la parte más dura y pese a que el ritmo tampoco es demasiado alto, me descuelgo poco a poco buscando recuperar y encontrarme algo mejor. Já.
No sólo no mejoro, sino que me quedo sin fuerzas. Totalmente vacío. Lo de bajarme de la bici se contempló como una posibilidad más que real.
Al final lo de siempre. Buscando llegar hasta arriba sin prisa pero sin pausa y a mi ritmo. Todo pasa.
Sufrir, sufrir y sufrir. De eso se trata, no?.

Corono cómo puedo. Como algo, pese a que no era falta de comida ni nada parecido. Apenas llevábamos 2 horas montados y el único esfuerzo notorio había sido el puerto.
Bebo bastante, ya que sí que hace calor y se suda a chorros, y para abajo a disfrutar de la bajada, tras esperarme el trío "Calavera" un poco más adelante.

En dicha bajada disfrutamos todos, especialmente el Sr. Moreno y un servidor que estuvimos a punto de dejar "la muesca" en una de las curvas de herradura al final del puerto, jeje.

Segundo aviso importante. Llegando a Rascafría, al acabar el descenso, calambres. Pues muy bien.

Avituallamiento líquido en la fuente del pueblo, breve parada aderezada con una historia personal a cargo del Sr. Murillo y una casa rural cercana y a buscar el puerto de Cotos.

Tenía claro que Cotos, pese a no ser muy duro, iba a resultarme dificilillo, pero... Road to Austria (Murillo dixit).

Nada más empezar a subir me dejo caer para atrás. El resto del grupo, pensando y viendo Peñalara desde abajo, deciden acompañarme. Lo que no creo es que pensaran que iban a ir tan despacio.....

Madre, hasta que llegamos arriba!!!!!. Eterno no, lo siguiente.
Y claro pensando todo el rato: "Ahora va a subir a Peñalara vuestra P*** Madre!!!!!".
Pensamientos ultras.
Llegada al aparcamiento de Cotos, que parece la calle Preciados, y a soltar la bici.
Dolor de cuerpo en general, pero en general.  Doblaíco!!!.  Ganas de echarme y no moverme, jeje.

Aquí el Sr. Murillo vió la luz.
Enemigo confeso cómo es de todo aquello que no sea asfalto liso y duro, la posibilidad de quedarse junto al "cadaver" que tenía al lado se tornaba realidad. Asumía ese sacrificio sin dudarlo.

Hete aquí que el Sr. Moreno pensaba todo lo contrario.
Inmediatamente después de abrir el coche empezó a darme todo tipo de envoltorios pequeñitos de papel Albal. Alimentos del alma de los buenos. Mediasnoches con diferentes tipos de fiambre (que no recuerdo) y alguna con jamón (de esa sí me acuerdo....).
Por mi parte, contribuí con una manzana y un sandwich que me supo a gloria.
Algo de isotónico "en pruebas" (literal) y para arriba.

Estaba seguro que andar iba a venirme bien al menos para soltar las piernas, agarrotadas después del esfuerzo de la bici y los puertos. Iría con el Sr. Murillo chino-chano hasta que nos cansáramos y decidiéramos darnos la vuelta.

La subida sería por la Laguna de los Pájaros, Claveles y bajada por Dos Hermanas.

En el tramo hasta la Laguna Grande empezamos a trotar suávemente. Rápidamente los Aironmanes se alejan, mientras los otros dos vamos cómo podemos. En mi caso con la pierna izquierda dando chispazos all the time.

Antes de llegar a las Lagunas, momento ecléctico. Esperando a mi socio de trekking, se me ocurre intentar estirar los cuádriceps... error!!!!. Espasmos generalizados en toda la pierna, hacen que pensemos seriamente la posibilidad de darnos la vuelta.
El Sr. Murillo lo tenía claro: "A ver si te vas a hacer daño, que no merece la pena, etc...".
Llevaba haciéndome daño hace unas horas, pero gracias por la preocupación y el cariño....

En este punto pensé: "Tiene narices. Vienes al monte con los colegas, a pasar el día, y sufres como un condenado. Como si estuvieras en una carrera....".
Mentalidad ultra, supongo. Tenía claro, al haber pasado por esa situación varias veces anteriormente, que conforme pasara el tiempo tendría que encontrarme mejor. O eso esperaba.

Todo esto hace que me reafirme en lo que llevo diciendo/escribiendo durante mucho tiempo. No hace falta ponerse un dorsal, ni pagar un dineral en inscripciones para sentir mucho de lo que experimentamos cuando hacemos un ultra.
Hacen falta ganas. O ser muy cabezón.

Cuando nos juntamos de nuevo con los Aironmanes les dejo claro lo qué hay. Dificultades eléctricas en forma de calambres, con lo cual ellos para adelante y nosotros "a ritmo".

Y así hasta el comienzo del cresterío de Claveles.
Foto de grupo, intercambio de líquidos y aguas varias con el fín de administrarnos lo mejor posible y a por la parte más divertida de la excursión.

En todo este tramo técnico hasta la cumbre de Peñalara, el esfuerzo llevado a cabo por el Sr. Murillo escapa a nuestra comprensión.
Estamos hablando de una persona que tropieza con los escalones de entrada a su casa habitualmente y para el cual una pista de tierra con algún pedrusco entre medias, supone un auténtico riesgo y la posibilidad de lesionarse de gravedad.
Por todo ello, que realizara el paso de Claveles por la parte aérea sin titubear ni mostrar atisbo de duda, sólo hace engrandecer su calidad humana.
Cómo él mismo dijo al llegar a Peñalara: "Road to África....".

Más fotos (el Sr. Rodríguez Maroto todavía está por allí intentando explicar cómo funciona su móvil....), algo de comida y para abajo con cuidadito.

Al llegar a Dos Hermanas y coincidiendo con la parte más ciclable, a correr again.

Personalmente y tal y cómo esperaba, me estaba encontrando mejor y con ganas de más (?!?!?). Como para entender esto....

Bajada disfrutona por la pista hasta llegar al puerto, refrescante reunificación en torno a la fuente y congratulaciones entre todos nosotros por el entrenaco llevado a cabo y la buena pinta que tiene ese Aironman para nuestros dos protagonistas.
Mucha suerte para ellos en lo que queda de preparación, que no es poca, y a seguir pasando momentazos cómo los de ayer. Es lo que realmente merece la pena de todo esto.

Obligatorio avituallamiento líquido a base de zumo de cebada y lúpulo y vuelta a casa más contentos que unas castañuelas.

Some pics of the event.

Así da gusto.

Saludos.

DavidP.