Le tenía ganas a esta carrera desde hacía 3 años que supe de su existencia y por diferentes motivos no había podido correrla hasta ahora. Este año no se me iba a escapar.
Me atraía mucho la idea de correr en San Lorenzo de El Escorial por la tarde-noche y con una cuesta como la famosa Rompecorazones.
El plan estaba claro. Correr y cena post-carrera con los amigos y la familia para aprovechar el viaje.
Así que para allá nos fuimos los Murillo, Rubio y Pacheco.
Llegada tempranera para poder recoger el dorsal tranquilamente y comer algo antes del pistoletazo de salida.
Decir que pese a las restricciones al tráfico existentes en la zona, las obras que están teniendo lugar en el pueblo y la acumulación de corredores, se pudo aparcar de manera más o menos rápida y fácil, así como cercana a la línea de salida/meta.
Mi idea era correrla como suelo, es decir, a degüello, que para eso es una carrera. Pero entre la salida mañanera con la flaca, con sus correspondientes calentones, y que el Sr. Murillo parecía no encontrase en las mejores condiciones ( renqueante de un proceso viral....?!?!), me lo planteé con la idea de correr junto a ellos y hacerla los 3 juntos.
Esa era la idea...
Calentamiento como de costumbre, es decir, rápido y corto, y salida a ritmo de rock.
Recorrido zigzagueante alrededor de la Lonja del Monasterio y la parte antigua del pueblo, para luego enfilar hacia la salida del mismo en busca de la famosa cuesta, siempre entre repechones que impedían coger buen ritmo.
Al poco de salir, el Sr. Rubio se viene arriba y parece olvidarse de las características del pueblo ( tiene delito ya que corrió hace relativamente poco una media maratón en el mismo sitio... ), mientras el Sr. Murillo, tirando de veteranía, se lo toma con más calma.
Entre tanto, un servidor, a caballo entre seguir corriendo y probarme de verdad, o acabar de encontrar al Sr. Murillo al que le pierdo de vista durante algunos metros.
Al comienzo del primer repecho "serio" le veo y nos agrupamos, manteniendo referencia visual con la liebre.
Antes de empezar a subir la cuesta, hemos cogido buen ritmo y adelantado unos cuantos puestos. Ya vamos los 3 juntos y queda lo mejor.
La subida a la cuesta empieza con una alfombra que recogerá nuestro tiempo total de subida junto con la que hay cuando coronamos.
Aquí ya cada uno tira para arriba cómo puede y a su ritmo. Lo gracioso de la carrera está en intentar correrla entera, para lo cual es fundamental el estado en el que llegas a ella.
Desde aquí, poco más.
Dejarse caer hasta meta en algo menos de 2 kms. para entrar junto a la Lonja en poco más de media hora y disfrutar del resto de la noche en buena compañía.
Como así hicimos poco después gracias a la recomendación del Sr. De las Heras. Gracias desde aquí.
Carrera única en el calendario, tanto por escenario como por todo lo que la rodea ( es una pequeña San Silvestre Estival ) y a la que me hago fijo para años venideros.
Saludos.
DavidP.
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