CROSS 3 REFUGIOS

El resumen de la carrera podría ser, entre otros, el de que no hay milagros.

Con 3 "visitas" a la sierra en los últimos 2 meses sin superar en ninguna de ellas las 2 horas, es más que difícil intentar colarte entre los 10 primeros en una carrera de 30k que suma 4000mts. de desnivel.

Pero por partes.
El objetivo después de la carrera del año pasado era seguir en el Top-Ten, como mínimo.
Para ello es fundamental salir con el grupo de cabeza en las ascensiones a Bola y Maliciosa, para después, en la bajada a Canto Cochino no perder "el tren", ya que después varía poco la carrera, si no desfalleces, claro está.

Salida y al lío. Coronamos Bola un grupo disgregado de unos 10/15 corredores. Rápida bajada al Piornal, donde ya noto que no voy fino de patas, y hasta la Mali.
Es en la bajada de Maliciosa donde me pesan, y bastante, las patas. Me encuentro cansado y sólo llevamos 5 ó 6 kms..... ufff!!!
A pesar de bajar sin forzar no voy nada cómodo. Tampoco es que me adelante mucha gente, pero sé que voy a sufrir. Intento seguir reservando porque la bajada es larga de narices y queda mucho.
Claro a todo esto la cabeza dando vueltas. Que si no tengo desnivel suficiente, que el jueves no debía haber salido con la bici y darme la paliza yo sólo, en fin, lo de siempre...
Un par de restregones después (el segundo algo más serio, aunque no pasa de chapa y pintura..) y tras perderme ligeramente, llego al avituallamiento de Canto Cochino.
Líquidos, plátano y naranjas y a seguir.

Aquí parece que recupero. Enfilamos la autopista de la Pedriza al trote cochinero, intentando andar lo justo, pero sin pasarnos de vueltas hasta llegar al C. Cabrón. Se sube el colladito lo mejor que se puede y hacia la Charca Verde.

Es a partir de aquí dónde comienza realmente la carrera.
Zonas técnicas alternanadas con senderos corribles, muchísima maleza y matorral bajo que hace prácticamente imposible el correr. Hay que tirar de fuerza de patas y las mías van en déficit hace algún tiempo. Evidentemente los calambres habían aparecido con los primeros escalones de roca.
Nuevo despiste antes de llegar al Puente de los Manchegos que me hace atrocharpordondepuedo hasta recuperar el "sendero".

Puente de los Manchegos. Se empieza a nublar de verdad, cosa que se agradece, porque hasta ahora "el Lorenzo" pegaba, y de lo lindo.
Avituallamos en condiciones y nos preparamos para el Ventisquero de la Condesa que baja llenito de agua.

Vuelvo a recuperar parcialmente y tras comprobar que llevo rajadas ambas zapatillas por la parte interior (de ahí la ingente cantidad de tierra que llevaba bajo los pies, que me provoca una ampolla en el talón derecho...) cojo un ritmo más que decente y sigo hacia Bola justo cuando empieza a llover/granizar y se oyen unos truenos más que respetables. Truenos que siempre suenan "de otra manera" en la sierra.

No se me dá del todo mal esta parte final de subida, excepto el tubo que conduce al Refugio, dónde ya vamos a cuatro patas y los calambres vuelven a hacer de las suyas.
Aquí ya toca tirar de épica, jeje.
Giro a la izquierda para sortear el nevero de rigor y llegamos a las antenas.

Volvemos a correr (es un decir) y pista para abajo. Mis calambres, ampollas y yo.
Mucho calor del público al llegar al Puerto de Navacerrada, que se agradece y de qué manera, y por fin la llegada al Albergue.

Conclusiones  (Excusas)
Creo que empecé demasiado fuerte, especialmente teniendo en cuenta el poco monte que llevo en las patas. De patata ningún problema, de algo valen los ducross, pero los desniveles y sobre todo en esta carrera, son más que respetables.
El jueves me casqué un entreno con la bici de carretera que no procedía y claro, las imprudencias se pagan jejeje.
No es lógico que nada más salir ya me duelan las patas cómo si llevara 2 horas de carrera.

Me quedo con lo mejor. Supe resetear y cambiar el chip durante la carrera, pese a la desmotivación y el mosqueo/dolor por culpa de los calambres, que me hicieron eterna la llegada.
No creo que el objetivo fuese ambicioso, después del puesto del año pasado, pero la preparación que llevaba y salir tan fuerte, me condenaron.
Es lo que tiene salir a buscar un puesto determinado. Te la puedes pegar y fuerte.

Aún así me sigue pareciendo una de las mejores carreras que tenemos aquí en la zona.
Dura de verdad, técnica y rodea una de las partes más bonitas de la sierra.

Para la semana que viene, viaje a Bustarviejo. Menos distancia, más rápida... a ver qué tal recupero.

PD: las zapatillas descansan en un contenedor del Albergue de Peñalara. Se lo han ganado.

Saludos

DavidP.