miércoles, 15 de junio de 2011

MARCHA CICLOTURISTA ALBERTO CONTADOR



Sábado por la mañana. Fresquete, aunque nada importante. Sobre las 8:30h da comienzo la I Marcha Cicloturista Alberto Contador.
Como sabrá todo aquel que pase por aquí a menudo, la idea original era correr el MAM que se celebra justo al día siguiente. Caprichos del destino y laborales hacen que me sea imposible estar en Cercedilla el domingo por la mañana; por lo tanto, qué mejor manera de pasar una mañana deportiva y junto a dos de mis habituales en los entrenos.
El otro habitual, el Sr. Rico, se uniría a la fiesta algo más tarde.

Salimos con un ritmo cuasipachanguero que dura lo que tardamos en dejar Pinto. Al rato ya estamos más que ligeritos en una grupeta de unos 550 ciclistas.
Destacar que ya de salida perdemos de vista al Sr. Murillo, pese a mis constantes intentos de encontrarle con la mirada.
En estas nos plantamos en San Martín de la Vega sin darnos cuenta y me comenta el Sr. Moreno: " así da gusto montar, vas sólo". Y esa era la idea, pasar 3 horitas sin calentarnos en absoluto y las últimas 2, sálvese quién pueda y a sufrir se ha dicho.
Pero mira por dónde, justo en ese instante, a la bici del susodicho Sr. Moreno le da por emitir un ruido más que sospechoso en la rueda trasera que nos hace parar en el arcén a comprobar que no se va a desmontar.
Nos pasa hasta el Tato, llega Asistencia Técnica a preguntar y contestamos que no hay mayor problema, que será el buje o las zapatas. A seguir porque si seguimos parados no les cogemos en toda la mañana.
Hete aquí que una de las motos de asistencia iba pilotada por un "conocido" que al ver que nos hemos quedado cortados, se ofrece para hacernos de lanzadera.

En qué hora!!!

Nos ponemos como posesos detrás de la moto. Se nos olvida que nos quedan, en el mejor de los casos, unas 4 horas y media encima de la bici y lo damos todo por conectar con la parte de atrás del pelotón.... y claro, conectamos.
Pero llegamos como llegamos, fundidos.
Decidimos (nosotros dos y nuestras piernas y pulmones...) tomarnos la subida de la Cuesta Nueva a ritmo y sin forzar mucho para no reventar del todo.
Poco a poco vamos adelantando ciclistas y llegamos arriba mejor colocados.

No tiene gracia correr una Marcha de este tipo para hacerla sólos.
Coronamos, bajada hacia Morata. Nos toca seguir adelantando gente para intentar localizar al Sr. Murillo, que pasaba de nosotros olímpicamente, pese a ser el instigador del acto.
Poco antes de llegar a Morata, ruidito de nuevo y deceleración más que importante.
Tras cerciorarse que no pasa de ahí y que así será el resto de la mañana, el Sr. Moreno y un servidor inician la subida a Valdelaguna con el objetivo anteriormente comentado.
A media subida aproximadamente damos con el Sr. Murillo.
Tras la pertinente bronca/charla, de la cual pasa como buen granaíno, nos acoplamos en la grupeta y a seguir.

Valdelaguna y subida hacia Villarejo por carretera de las de antes.
Aquí, y prácticamente sin querer, nos vamos los tres a buen ritmo hacia delante para coger otra grupeta (esa fue la constante las primeras 2 horas).
Avituallamiento en Villarejo. Parada para comer y beber algo y seguimos dirección Belmonte de Tajo.

Aquí ya empezamos a disfrutar de la Marcha. En una grupeta más que decente y con un ritmo aceptable, llegamos a Belmonte casi sin darnos cuenta.
Bajada rápida y larga hacia Villamanrique de Tajo en medio de la grupeta y pasándolo más que bien.
Salimos de allí, carretera rompepiernas y ritmo medio-alto para llegar a Colmenar de Oreja. En este tramo no lo pasamos tan bien, jeje. Bueno, excepto el Sr. Murillo que pasa a comandar el grupo y se viene arriba.

Llegada a Colmenar y bajada muy agradecida hacia la A3. Rápida y con bastantes curvas, entretenida.
Cambio de carretera y pequeño bucle para volver a Colmenar.
En este tramo me llama el Sr. Rico que debía encontrarse con nosotros en Colmenar. No nos vemos y decide salir a nuestro encuentro en dirección contraria. Perfecto.

Llegamos casi a los 100 kms. y nos encontramos razonablemente bien.
A falta de 6 ó 7 kms. para llegar a Colmenar, se nos une el Sr. Rico que había salido de Valdemoro, para completar el cuarteto de habituales/incondicionales.

Subida más que mortal, sobre todo con esos kms. en las piernas, y enfilamos dirección Chinchón, dónde espera el segundo y último avituallamiento.
Parada para recargar bidones y comer algo de fruta, que se agradece y de qué manera.

En estas estamos cuando, sin darnos cuenta, el Sr. Murillo decide unilateralmente seguir la marcha sin hacer ruido.
El resto de nosotros seguimos bebiendo y comentando la jugada cuando nos percatamos de su ausencia....
El Sr. Moreno decide adelantarse a nosotros ya que desde hace unos kilómetros y merced al ímpetu en la persecución inicial, lleva un rato en reserva, vamos tirando de casta y orgullo, que de eso va sobrado.

Poco después, y tras comprobar que no se mueve nadie del avituallamiento, le digo al Sr. Rico que nos vamos. A ver si con suerte cogemos un grupo decente que nos lleve hasta el Frascuelo, último repecho de consideración.

Pero sirve de poco. A pesar de encontrar unos 7/8 ciclistas, su ritmo es inferior al nuestro y seguimos hacia delante los 2 sólos.
Afortunadamente la zona es propicia para meter desarrollo y rodar. Y de rodar sabe bastante el Sr. Rico.
A su rueda, acoplado y disfrutando/beneficiándome de la estampa que llevo delante, llegamos al Frascuelo.
Aquí nos dividimos. Se notan las últimas salidas del Sr. Rico y su mejora, y sube a muy buen ritmo hasta un grupo que nos precede y en el que lucha contra los elementos el Sr. Moreno.

Yo subo a ritmo, sin cebarme e intentando guardar algo para lo que queda.
Por delante levantan ligeramente el pie al coronar, lo que aprovecho para enlazar con el grupo.
Bajada rápida, para no perder la costumbre, y buscando San Martín de la Vega.
Empezamos a darnos relevos unos 8 ciclistas del grupo y llegamos antes de lo previsto, pero ya con amagos de calambres por todos lados, tanto el Sr. Moreno como yo.

El Sr. Rico, que va sin cadena, sigue con el grupo de delante prácticamente hasta coronar la Yesera, dónde decide esperarnos. Nosotros nos lo hemos tomado con más tranquilidad. A la fuerza, claro.

Ya faltan 8 kms. y parece que hemos recuperado algo.
Terreno favorable y trabajo impagable el que realiza el Sr. Rico para llevarnos hasta Pinto, dónde, elegantemente, se despide sin pasar por la Meta, tras agradecerle los servicios prestados, jejeje.

Al final y tras algo menos de 5 horas, llegamos a Pinto.

A todo esto, nuestro querido Sr. Murillo, el que se "perdió" en el avituallamiento de Chinchón, había llegado apenas 45sg. antes.....?!?!?
Varias excusas y cervezas después quedó todo aclarado.



Y poco más que contar.
Llegada al coche, desmontaje de bicis, aseo personal y a por el premio.

Primeramente y con intención de lavar su conciencia e imagen personal, ronda de cervezas que paga gustosamente el Sr. Murillo.

Al rato y bajo carpa habilitada por la organización, aperitivo para los corredores y posterior plato de paella que nos sentó de maravilla, especialmente por la compañía de la que disfrutamos.
A última hora se unió el Sr. Quintanilla, otro de los habituales no hace mucho, y que en esta ocasión y debido a una lesión que ya dura bastante, hizo las veces de motorista/colaborador en la Marcha.

En resumidas cuentas, una buenísima mañana de sábado, con amigos, pasándolo bastante bien pese al sufrimiento y un cierre de temporada (aunque todavía queda el ducross de Fresnedillas de la Oliva) que hace justicia a los momentos malos que en ocasiones pasamos encima de la bicicleta.

Saludos

DavidP

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